Os podría contar el pedazo de bocadillo de tortilla con atún que cene el día de nochebuena con la sola compañía de la pelusa epiléptica que ladra y una botella de vino, o como el día de navidad mi madre me saco del pelo para compartir una fastuosa comida con mis primos los perfectos, mis tíos aún más perfectos y mis chicos.
Podría seguir con las 12 uvas que me tomé para despedir esta mierda de año o como mi madre volvió para sacarme de nuevo del pelo para comer junto a ellos el primer día del año.
Y podría acabar con la apertura de los regalos inexistentes, se ve que este año los reyes magos no quisieron ni acercase a casa no fuera que se les pegará algo de todo lo malo que pulula por aquí, quién me iba a decir que echaría de menos recibir una batidora, una plancha o cualquiera de esos regalos que acostumbran a dejarme.
El caso es que ya se ha acabado, que mi madre ha dejado de venir para sacarme del pelo y que vuelve la rutina.
Y como lo mejor de mi rutina sois vosotros, aquí estoy de nuevo para afrontar todo lo que tenga que venir.
Feliz año 2016 a todos y……………………………………………………………..comenzamos.
las tejas rojas 
No decaigas Tejas. Apóyate en quien te importa para superar el bache. Al final, siempre se sale a flote.
Un beso enorme y felíz comienzo de año. Este tiene que ser mejor, sin duda alguna. :*
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Ojala que este año sea justo lo contrario. De corazón te lo deseo. No se repite lo malo….
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Qué te voy a decir, Tejas, como decía ayer en mi entrada, que te echamos mucho de menos, que confío en que no pierdas tu sonrisa ni tu positivismo, cada vez más difícil, que deseamos que tu situación mejore y sobre todo que tienes todo mi cariño. Un enorme abrazo y besos con mis mejores deseos y todo mi cariño.
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Un beso, Natalia.
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Bienvenida o bienhallada, tranquila, ya has tocado fondo, ahora empieza la remontada. Besos
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Feliz de verte de nuevo 🙂 Puede que la mejor fiesta debamos celebrarla dentro de nosotros y no fuera, Tejas. Celebremos las ganas de vivir a pesar de todo, la amistad (aunque sea virtual), y todas nuestras palabras. Las que nos desahogan, las que nos unen, nos hacen crecer, reír, llorar… Al fin y al cabo, son más útiles que otra plancha o la batidora. En 2016 no te alejes mucho 😉
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Feliz año, corazón. Un gusto tenerte de nuevo por aquí, en tu rutina. Te hemos echado de menos, aunque sé que no te has llegado a ir del todo porque de vez en cuando te veía aparecer. Seguro que este año es mejor que el pasado. Además, aquí estamos nosotros para ayudarte a que así sea. Besitos
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Te echaba mucho de menos, Natalia y no he ido a cogerte de los pelos como tu madre porque no sé la dirección, que si no….Ánimo que la rutina es lo mejor y te advierto que esa cena de Nochebuena con bocata y en compañía de tu perrilla no es tan mala, casi que me da hasta cierta envidia.
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Te voy a decir…nada de mirar a lo que ya se fue, porque tan solo puede dejarte el aprendizaje nada más. Y no jugar a futurólogos con lo que está por venir, porque nadie tiene puta idea de lo que pasará. Lo que sí sabemos es una cosa, la actitud con la que emprendas cualquier cosa hará de ella, algo bueno o malo, de ti depende. Y eso, está bien. Y sino, siempre te queda este rincón estupendo en el que contar lo que te pasa por dentro…que es lo mejor que nos puede pasar.
Besos.
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Me he identificado mucho contigo en tu relato navideño. A mí también me sacaron a la fuerza para diversas comidas y cenas pero te aseguro que un bocadillo de ventresca con aceitunas y un buen cava o vino me hubieran valido bien, es más, estoy seguro que ese menú y una buena peli o un buen libro son capaces de convertir la peor noche en una Noche Buena. De hecho nochevieja me la pasé en cama con un resfriado tremendo que no me ha soltado hasta cerca del día 6. Algo de lo que me estoy dando cuenta ultimamente (los últimos tres años) es que aprender a estar a gusto cuando se está solo es una bendición…y a mí me pasa eso mismo.
Fuerte abrazo ; )
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Ahora, a coger impulso, amiga, que ya valió… Si te sirve de consuelo, se te echaba de menos, y ahora que te he visto por estos lares, pues como que se me ha alegrado el día, qué quieres que te diga, soy así de sentimental…
Un abrazo, y mil más, pero de los de verdad.
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Venga, vamos a por ella. ¿2016 puede ser peor? Naaaaa
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