Falsa alarma

Qué susto!!!, pensé por un momento que la tristeza me había alcanzado para apoderarse de mí y que todo había podido conmigo pero no, sigo ganándole la partida ( al menos de momento) y es que no es tan fácil alcanzar a esta pelirroja a pesar de los obstáculos que me vayan poniendo por el camino, los salto si puedo y si son demasiado grandes los esquivo y continuo. No se habrán pensado los dioses por un momento que estaba tocada y hundida verdad?

La causa del bajón tan gordo fue un diminuto virus que se apoderó de mis vías respiratorias (puto tabaco) y de mis músculos, y que me dejó como si un tractor me hubiese pasado por encima haciéndome subir la temperatura (y no del modo que a mi me gustaría), estar moqueando todo el día y sin apenas poder levantarme de la cama. Mis chicos no recuerdan haberme visto en este estado nunca y eso les llegó a preocupar, los muy capullos pusieron lavadoras, recogieron la mesa….. hicieron un sinfín de tareas del hogar creyendo que con eso recuperarían su condición de moradores del  hotel de 5 estrellas donde residen y a su siempre fiel e incondicional sirvienta (osease yo).

Una vez descubierto el causante sopesé si llamar a Chus y Henar para que se ocupasen de él, pero lo ví tan pequeño que me decidí por aniquilarlo yo solita, desenfundé mi espada y lo atravesé de lado a lado quedando como un pincho moruno, le añadí un poco de pimiento verde y unos tomatitos cherry y lo he puesto de comida para hoy.

Así que…. continuamos camino 🙂