El «Hachiko» humano

«Ah Ji, taiwanés de 47 años lleva esperando 20 años a la chica con la que se citó para pasar el día, en la estación de tren de Taitan. La vio y se enamoró, quedaron para pasar el día juntos pero ella no apareció, él está convencido de que se confundió de lugar y por eso sigue esperando, está convencido de que ella al final aparecerá»

El otro día se cruzo esta noticia conmigo y no una sino dos veces, la primera me llamo la atención por ser una historia bonita pero la segunda vez vino mas entrada en detalles y sin explicación alguna se coló en mi y desde entonces la llevo a modo de pin, y vez que veo a alguien sentado esperando me acuerdo de Ah Ji y su espera de 20 años.

Esta foto de aquí abajo es de Ah Ji….. esperando. Y como esta historia es de dos yo me pregunto, donde esta ella?? Si la noticia ha llegado hasta mis oídos no creo que se haya saltado los suyos y aún así ha sido incapaz de ir? Puede esta mujer seguir con su vida rutinaria sabiendo que con el hombre que se citó hace 20 años en la estación de tren De Tainan sigue allí esperándola? Esta respuesta no me cuadra, seguro que le paso algo, un accidente si me pongo melodramática al más puro estilo de las pelis de los domingos de antena 3, o si me dejo invadir por el espíritu de Almodóvar entonces ella era un hombre a la que pusieron otra piel,que le dio un ataque de nervios al acordarse de su madre cayendo hacía atrás y golpeándose la cabeza padeciendo desde entones de amnesia y por esto no pudo acudir.

  Y ahora pienso en él, en Ah Ji y me pregunto si  tanto se puede enamorar una persona.  Tenía 27 años y ya tiene 47, ha transcurrido la friolera de 20 años esperando a alguien, suena un poco fuerte pero una vez mas la realidad supera la ficción.  Al principio (varios años) se quedaba estático donde habían quedado pero se ve que se cansó de estar de pie el hombre así que se ha trasladado a un saliente en la fachada para poder estar sentado pero sigue en primera fila de las puertas de llegada y escrutina la cara de cada pasajero que sale, esperándola.

Se mantiene gracias a su familia que le llevan ropa limpia y comida, no ha trabajado nunca bastante tiene con estar esperando toda la vida, aquí entra Tarantino en escena y el tío va a resultar un matón a sueldo de una mafia italiana que tiene una recortada debajo de la gabardina y que espera pacientemente a que ella aparezca para pegarle un tiro entre ceja y ceja y acabar así con esta bonita historia, con la imagen del agujero en la cabeza y miles de gotas de sangre en toda la estación.

Seguro que al final no es nada de esto, acabará siendo un enfermo de amor o un demente que por lo que sea se le quedo el cerebro anclado en ese instante y ella dudo de su amor y esperó, como hacen las chicas decentes, a que él la buscase pero eso no pasó. Él la esta esperando día tras día en la estación y se ha convertido en el «hachico humano», en parte de la decoración de la estación de tren de Taitan.