-«mecagoenlamadre que te parió»-
Lo sé, totalmente irracional desde el punto de vista de que la madre que le parió soy yo y que me estoy llenando de mierda pero es que este tío a sus 14 años consigue sacar lo peor de mi misma (frase de mi madre que, aún hoy, consigue sorprenderme vez que sale por mi boca), el problema es el casco de la bici que no es de la marca de moda y con el que tiene no puede ir con sus amigos porque, según él, parece un champiñón,
-«pero que se cree el criajo este, que tengo el banco de españa!!-,
No ceja en su empeño de demostrarme que con ese casco no puede salir así que se lo pone y se planta delante de mi, le miro e intento disimular la carcajada que brota tapándome la cara con las manos pero no lo logro, se da cuenta y de manera automática pone su mirada diabólica y se le hincha la vena, ya no hay vuelta atrás !estalla la guerra dialéctica! al principio me río, luego contraataco pero como siempre le pasa, el niño se acaba pasando y la batalla acaba como todas las guerras que disputo con él, con lanzamiento de zapatilla por el pasillo mientras él corre a refugiarse a su búnker desternillado de la risa.
-“alguna vez le alcanzaré, lo sé”- murmuro sofocada mientras me pongo la ya maltrecha zapatilla-bala.
Llaman a la puerta, es martes y ya no puedo más, arrastro los pies hasta ella, de manera automática aparece la cotilla “number one” detrás mía, es superior a sus fuerzas perderse cualquier acontecimiento sea de la clase que sea, la miro, me mira y se ríe.. abro la puerta y contemplo con asqueamiento a un comercial con chaqueta de invierno granate (con el calor que hace!!) y cara de cansado, mientras escucho su presentacion y por carecer ya de fuerzas para otra disputa dialectica decido darle 5 minutos para su charleta y yo mientras él habla desconecto, craso error, desconectar es sinónimo de bajar la guardia y al minuto 3, boli en mano le pregunto con voz incrédula.
-«perdona, estoy firmando esta suscripción al círculo de lectores? Se asegura que he terminado de firmar para contestarme afirmativamente detrás de una amplia sonrisa, -“tranquila, ya verás cómo lo disfrutas”-, se guarda el papel en la carpeta, me da la mano se despide de la baby y se va.
Cierro la puerta con un papel rosa en la mano que es la copia del contrato, lo vuelvo a mirar para asegurarme de que es mi firma.
-Que ha pasado? le pregunto a mi chica, -como he podido caer? –pero….soy idiota? si se le ocurre responder que si a la última pregunta le lanzo la zapatilla-bala y esta no corre tanto, a esta le alcanzo.
Tarda en dar el pregón de lo acontecido menos que yo en lazar un suspiro y comienza el cachondeo por parte de todos los habitantes de la casa, que si pídeme un cassette de 90», que si mira si han sacado ya el nuevo modelo de las maquinas de escribir olivetti…..y me toca aguantar porque aunque no quiera reconocerlo tienen toda la razón, en plena era de la tecnología, con los eBook, las tablet….y cualquier libro disponible con un click al mismo precio o incluso más barato, que coño hago haciéndome del círculo de lectores…
En fin…. feliz día de la madre!!
jajajajajaja madre coraje, guapa de joven y de espíritu hasta que los hijos nos vacilan, jajajaja
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Como lo sabes!! Y cuidado con lo que dices que te la lanzó haciendo un quiebro….
Buen día. …y un abrazo
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El lanzamiento de zapatilla es todo un clásico. Me ha encantado la zapatilla bumerán. Mi frase preferida es: «como me levante…». Y si me levanto no tengo más remedio que repartir collejas.
Muy bueno y lo de hacerte socia de algo sin darte cuenta, también me pasa. No nos podemos relajar ni un momento, jaja.
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Si encuentro donde venden las zapatillas boomerang te compro un par!!
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jajajajajj …gajes del oficio. Te lo dice una que firmó no una si no dos suscripciones al circulo..
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Me ha encantado lo de » con más potencia que tú en call of duty». Eso es mucha potencia
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Fantástica recreación del día a día de una madre. Sobre todo de una que sufre «pavos» de 14 añazos. Aunque no soy madre, sí que tengo un «pavo» de la misma edad. Te comprendo y te compadezco.
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La etapa de adolescente petagranos la pasamos todos. Yo fui como un grano en el culo, y si no, pregúntale a mi madre. Tampoco me servía la ropa corriente. O llevaba la marca de moda o no me lo ponía, pero ni de coña.
Ella nos daba la misma pasta a mi hermana y a mí. Yo me compraba medio pantalón y mi hermana llenaba un container de camisetas, pantalones, sudaderas, playeros etc. Cuando llegábamos a casa, yo lloraba, mi madre se reía y mi hermana SE DESCOJONABA.
Hasta que no entró la coherencia en esta cabeza (a veces se vuelve a largar sin previo aviso) no fuí capaz de entender las cosas. Tranquila, se le pasará.
En cuanto a lo del círculo… pfffffffffffffffff jajajajajajajajajajajajjajajajajajajajjaa que bueno!!!!!! y qué pesados son los comerciales. Menudo coñazo. Estuve apuntada un tiempo hasta que me cansé. Uno, porque no traían novedades y el ritmo de lectura que llevo es muy alto, con lo cual, no me gustaba. Y dos, porque me regalaron un ebook y lo amortizo mucho más. Aunque soy de las que prefieren el romanticismo del papel, termino siendo práctica y mirando por la pasta.
En mi ciudad ya no tienen sede, con un poco de suerte pronto desaparecen de la tuya.
La mejor forma de deshacerte de ellos es devolviendo los recibos :D.
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Que bueno es esto de encontrar gente que te comprenda
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